Los improntus

siemopre es bueno tocar lo que uno hace sin conciencia, la piel del otro del amigo, compañero o pariente. esto no es nada más que esa fotografía o una medida del lugar en que se rompe toda distancia.

esas beldades, lugares inefables

Como las lluvias de Juanele.

O participaciones del jacarandá

en espera de que caiga una flor

sobre tu cabeza, y que en esa acción

te transformará en participe de lo que no entendés

y que suponés es belleza subvertida

accidentes del que sos rey, mago

de la autoridad, partícipe de lo que crees, magia

nombre insuperable de lo que acontece

que tiene un ritmo que nace y muere

como un mensaje que armónico en el saber

De los hombres, asombrados. Cierran los ojos

esconden en las necesidades de la ley

Y del amo. Lo que es una maravilla en el

Entendimiento de que nos proviene la lengua.

Y que a lo mejor no lo es, provenidos de un acontecer,

de un lugar inexplicable, la magia, la maravilla

tienen carácter de explicación de algo que no sé

conjuga sino en el recorrido del cuerpo

por una mano, que tuya o pariente recorra

ese lugar que no tiene nombre, pero sí

textura, rugosidad o lisura que en cuanto le das nombre

anulás la percepción de lo que no entendés.

El lugar inexplicable, que desde la razón.

No nos explica, a lo sumo nos da nombre y signo.

A lo sumo sirve para dar vuelta la cabeza

ante el llamado que carente del saber tiene

la posibilidad de llamar, nombrar y dar identidad

A una curiosidad que no tiene límite. A lo sumo nombre

esquema que como propiedad, da lugar, a que nos demos vuelta

A lo que no sabemos. A nuestro nombre que encubre

todo el desconocimiento que nombra la morfología

y los artilugios de un saber que como cultura

nos explica como destino, pero que irrelevante

nos da identidad en cuanto trasladamos el interrogante

que también es lugar de la experiencia

que a través de las palabras, da un lugar, nunca

un ir más allá de las relaciones, que es al parecer

Lo único que tiene explicación. Interrogante que se explica

en el suceder, en la trascendencia como especie

Y memoria. Pariente de toda posibilidad de movimiento

De la geografía corporal. El cuerpo en movimiento.

La palabra como un recorrido que está delante

De toda explicación. Lo que conduce sin religiosidad

a sentarse a levantarse y a dar lugar a todo entendimiento

que nos explica como movimiento, identidad,

Lugar donde cabe toda explicación. La interrogación

no como solución, sino que en cuanto movimiento, es resolución

Movimiento, palabra que no interpela. Que se sitúa como libertad

Que no se cuestiona, que ocupa el lugar de la necesidad.

por Sebastián Peroni