"La Argentina según los relatos que hacen los protagonistas por sí mismo y por cuenta de terceros- resulta ser una tierra de ilusiones que todos concurren a hacer evidente en el sobrehumano propósito de convencer al prójimo. Pero es el prójimo el ausente, porque también el prójimo, para existir, debe tener predecesores. Y los predecesores de los argentinos se pierden en los meandros de las historias de una "otra parte", de todos los lugares, de otros países, destinadas a sobrevivir, como los restos de un gran trasatlántico, entre las chucherías de un gran salón, en las casas centrifugadas por la marea creciente del deseo de evasión sobre ese vasto territorio que se compendia en un nombre y un propósito. La Argentina de las memorias se disocia continuamente -en los discursos de la gente- de la Argentina de los propósitos. La desilusión parece constituir el perfil conjetural de una comunidad que se ha dado cita en tiempos diferentes en un escenario incontenible en una mirada, en una figura, en un símbolo.
El carácter proteico del evento que muchos denominan Argentina esta echo de fisonomías, de experiencias, de recuerdos que siguen el curso natural en otra parte,
Y que aquí se predisponen, mediante una falsa ilusión, a entenderse en planos paralelos, destinados tal vez a devenir convergentes"
Riccardo Campa
"La ruinosa destreza de la memoria"
Después del compañero que me antecedió en la palabra,
El paisaje extendido tal cual es señalado, es un sortilegio
De ansiedades, lugar de la extraterritorialidad, que global
No atiende las ansiedades, las dispersiones, los nombres y su
Simbología, tiene carácter de ausentes en cuanto valor. Yo
Discrepo en cuanto fatalidad, que extendida no tiene identidad.
Sí que en el lugar de explicarse, se explica desde un afuera. Y esto
También creo que es un lugar ideológico, donde los paradigmas
Están ausentes o son absorbidos, o no se dramatiza este lugar
Sino como una ausencia. Nunca podrá uno enojarse, poner límites,
O situar como valores de la experiencia, ese desfasaje, lugar ruinoso,
Es el lugar en que se resuelve como propiedad que logrará conjugar
La ansiedad de la identidad, primer lugar quizá de la culpa de una tierra
Que tiene antecesores. Sino se dramatiza el lugar del pariente anterior,
La familia de la tierra, que se emparienta con la tierra perdida, o la idea
De que el devenir a otro territorio sería el olvido. Esa es la ilusión,
Esa es la avalancha que no se sabe. Ese ser es sonámbulo de sí mismo.
No obstante y desconfiando en la duda, o con el cartel de la duda,
Busqué en un supermercado, el lugar donde podría solucionarse
Esa problemática como abstracción. La abstracción también tenía cartel
Y se situaba en el horizonte, como un mejor lugar de situarse de la mirada.
En ese lugar, era mi intención, como portador de la duda que no explica
Pero resuena, yo en el horizonte, me encontré en ese acontecer con la pared.
Chau horizonte, la mina que me atendía, no permitió la reflexión. La reflexión
Requiere lugar y tiempo que se excluye. Si yo le decía a esta mina que yo
La estaba explicando (como toda abstracción, te piensa, sin que vos tenga
Lugar a pensar. Los símbolos inexistentes, en este caso la llanura), y ella
No quería ser el horizonte Lacaniano. Puta digo dije yo, no me permite
Desentrañar al ser de su presencia, o es un ente? O ella en el maltrato
Considera que yo soy el ente. Si conseguí sacar en claro, que en el lugar
Del horizonte, por lo menos en el supermercado, no existe la reflexión.
Te rigen por una ley de apuro y demanda donde el tiempo es oro y lugar
De la propiedad. Me quedó un interrogante que es una certeza, no doy
Lugar a la duda y creo que Martín Fierro tampoco tendría lugar, ni
Siquiera en las descalificaciones de Borges. El ser se ha adueñado del
Espacio y ya no permite mas seres que se reflexionen. Otra certeza,
No hay más dudas, el lugar del horizonte transformado en supermercado,
Puede ser pensado como lugar de la superficie, lugar de la comida donde
Se nutre el ser del horizonte. Hijo de puta, es seguro que en cuanto más
Guita tiene puede tener más lugar y horizonte y si no piensa puede comprar
La reflexión. Ha comprado el horizonte, porqué no la reflexión. El único
Lugar que quizá no pueda adquirir, es el lugar de sus duelos, ni del duelo
De los otros, él se ha apoderado del lugar que no se desentraña y se
Inmoviliza, en esa instancia no será más que abono del jardín de la propiedad.